Embrujado

30 agosto 2012

Como ya comenté hace unos días, el concepto de la belleza en Flandes es amplísimo, abarcando tantas posibilidades como gustos pueden tener sus visitantes. Remarcadas las bondades de Gante, hoy toca desvelar las de su vecina del norte, ¿más hermosa que esta si cabe? El debate está servido, y da para rato, pues los que acaban decantándose a favor de una son casi tantos como los de la otra. Cada cual tiene sus razones aunque algo queda claro, ambas son preciosas, sin más.



Brujas, más allá del significado lingüístico que asociaríamos en su traducción castellana y cuyo juego da pie al encabezado de esta entrada, se traduce del flamenco "Brugge", cuyo significado es puentes. Para los que hayan recorrido sus calles será fácil encontrar la asociación, mientras que para el resto espero saber dibujar una imagen aproximada además de dejar una breve explicación por el mismo precio. La ciudad está salpicada por múltiples canales, siendo desde la antigüedad símbolo de identidad de la urbe hasta el punto de que popularmente llegó a ser conocida como "La Venecia del Norte". La conexión de estos con el mar facilitó la llegada de los vikingos y su bautismo como "Bryggia". En la Edad Media la ampliación y remodelación de los grandes canales del río Reie le reportó pingües beneficios, creándose muchos otros accesorios y de menor tamaño que los comerciantes empleaban para distribuir sus mercancías por la villa. Con el paso de los siglos estas funciones fueron menguando en importancia, aumentando los usos recreativos y destacándose más como elemento decorativo e intrínseco de la ciudad.


Al igual que en Gante muchas son las construcciones que le confieren un fuerte carácter medieval. Desde su magnífica Plaza Mayor y una vez divisado el campanario recomiendo elegir una calle y dejarse llevar. Muchas son las sorpresas que nos aguardan, pudiendo toparnos hasta con urinarios públicos de hace varios siglos y que siguen siendo funcionales; doy fe. A buen seguro pasaremos junto a conventos, casas de nobles, torres e iglesias, todos dignos de interés, aunque si tuviese que destacar uno elegiría sin duda la iglesia de Nuestra Señora. Este edificio gótico del siglo XIII alberga en su interior la famosa "Madona de Brujas" esculpida por el gran Miguel Ángel Buonarroti. Es una de las pocas esculturas del autor que salieron de Italia. La codicia histórica por la obra ha hecho que pase por episodios parecidos a los del Cordero Místico de Gante, pues fue trasladada a París bajo el mandato de Napoleón, devuelta a posteriori, robada por los nazis y ocultada en la mina de sal de Altaussee con este, hasta que fueron rescatados por los hombres de la sección monumentos del ejercito estadounidense, la MFAA (Monuments, Fine Arts, and Archives). También es famoso por contener los mausoleos de Carlos el Temerario y María de Borgoña, bisabuelo y abuela respectivamente del Emperador Carlos I.  La guinda la pone el propio templo.


Los pequeños atracaderos de las casas, terrazas que se asoman, puentes cruzando, los barcos que surcan sus aguas y los patos que chapotean, las flores riegan la ciudad, campanas que repican, el chasquido de los adoquines al paso de los caballos es melódico y los atardeceres de tantos tonos como cervezas se fabrican. Todo ello es Brujas.

Torre de la iglesia de Nuestra Señora

Mausoleos de Carlos el Temerario y María de Borgoña

El campañario de Brujas frente a la Plaza Mayor


Provando los antiguos baños en mi primera visita a la ciudad hace 5 años

2 comentarios :

  1. El juego de palabras del título del post es más que acertado, es una ciudad que embruja, que enamora.

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  2. Para mi una de las más bonitas de Europa. Todo el mundo debería verla al menos una vez en la vida, jejeje.

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