Reencontrando y comenzando en Lusitania

19 septiembre 2013

Muchos pensareis que soy osado al dar vida a un nuevo viaje cuando las ascuas del anterior aún rugen y poco se ha contado sobre ellas; tenéis razón. Sin embargo, vayan una vez más mis disculpas por delante dada la falta de redacción de los últimos meses, me resisto a olvidar la tradición de practicar algo de prosa horas antes de mi partida y compartirla con todo aquel que guste de la misma. Además en esta ocasión el periplo, breve por cierto, tiene un significado demasiado especial como para dejarlo aguardando su oportunidad. Muchas son las circunstancias, tantas como ilusión por contarlas, además de una presentación anunciada de la que ya deje pistas hace meses. Comenzaré recordando.

Granada desde la Alhambra

En mi mente aparece un muchacho, por no decir casi un niño encarando su adolescencia, que nunca antes había puesto un pie fuera de su propio país, aunque moverse por él le había descubierto parte de las bondades de conocer mundo. La primera vez que tuvo oportunidad de salir del suyo llegó, al igual que muchas cosas únicas que nos pasan en la vida, por sorpresa. El candidato elegido, al menos en mi humilde opinión haciendo una retrospectiva, no podría haber seguido mejor guion si tenemos en cuenta que a lo largo de la historia fuimos uno, para después pasar a ser hermanos; Portugal.

Pese a lo corto de mi paso (no duró más de un día nuestra escapada al Algarbe desde tierras onubenses) muchas y muy buenas fueron las sensaciones. Encontrarme con otro idioma, aunque por extraño que me pareciese podía comprenderlo con cierta decencia; distinta moneda, el escudo luso a falta de varios años para que el euro cambiase nuestra vida (y también nuestra cartera); un meridiano diferente con la "novedad" (con escasos meses de vida dicen que lo probé en las Canarias) y hasta engorro de estar cambiando la hora; su cultura, parecida a la nuestra sí, pero con matices propios. En resumen un país distinto, la Lusitania, que inauguraba una lista que no ha dejado de crecer desde entonces.

Las playas de Almuñecar (Granada)

Varios años después conocí Oporto (una maravilla que merecería su propia entrada) y ahora ha llegado el momento, al fin, de entregarme a su capital, Lisboa. Esta ciudad no solo me reencuentra con el origen de mi pasión por los viajes, sino que construye uno nuevo, dando pie a otra lista cuyo encabezamiento está marcado por la misma nación que me invitó al mundo desde pequeño.

Destinos nacionales aparte, Portugal representa la primera experiencia por el extranjero que Patricia, o Patri a modo informal y preferido por ella (esa circunstancia con nombre propio que ha cambiado mi vida), y servidor vamos a compartir. Sobre decir que no concibo a nadie mejor para ser mi compañera de viaje, hasta en eso teníamos que coincidir. Será la primera de un sin fin de aventuras que irán alimentando nuestra ilusión por descubrir el mundo juntos, pues estoy seguro de que muchos serán los destinos que irán completando nuestra lista. El siguiente ya está incluso decidido, pero para eso aún queda, y por delante Lisboa.


Murallas de Ávila

Alcázar de Segovia

4 comentarios :

  1. Siempre has tenido buen gusto, un placer Patri. Espero conocerte en Almuñecar.
    (Venís a Granada y no me dices nada?)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Javi. Seguro que volvemos para allá en fechas más concurridas. Estuvimos el puente demayo, creo que estabas en los Pirineos, pero avise en el grupo, y por Almuñecar no bajó nadie (Alex dijo que igual pero al final nada). A Granada solo fuimos a ver la Alhambra y poco más...
      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Los viajes en compañía mucho mejor ¿verdad? :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es que la compañía previa fuese mala, más bien diferente. Dicho lo anterior ahora la verdad es que mejor imposible :)

      Eliminar